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Aprendiendo de Vasculitis
“Vasculitis” es un término general que se utiliza para referirse a la inflamación de los vasos sanguíneos. Se utiliza para describir a una familia de casi 20 enfermedades poco comunes caracterizadas por el estrechamiento, debilitamiento o cicatrización de los vasos sanguíneos, lo que puede restringir el flujo sanguíneo y dañar órganos y tejidos vitales. La vasculitis puede afectar a cualquiera de los vasos sanguíneos del cuerpo, como las arterias, las venas y los capilares.
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FOLLETOS EN ESPANOL
- Vasculitis General
- Anti-MBG/Síndrome de Goodpasture
- Aortitis
- Arteritis de células gigantes (GCA)
- Arteritis de Takayasu
- Crioglobulinémica
- Cutánea de vasos pequeños
- Enfermedad de Kawasaki
- Síndrome de Behçet
- Granulomatosis con poliangitis (GPA)
- Granulomatosis eosinofílica con poliangitis (EGPA)
- Poliangitis microscópica (MPA)
- Poliarteritis nodosa (PAN)
- Polimialgia reumática (PMR)
- Síndrom de Cogan
- Urticarial
- Vasculitis del sistema nervioso central
- Vasculitis IgA
- Vasculitis reumatoide
“Vasculitis” es un término general que se utiliza para referirse a la inflamación de los vasos sanguíneos. Se utiliza para describir a una familia de casi 20 enfermedades poco comunes caracterizadas por el estrechamiento, debilitamiento o cicatrización de los vasos sanguíneos, lo que puede restringir el flujo sanguíneo y dañar órganos y tejidos vitales. La vasculitis puede afectar a cualquiera de los vasos sanguíneos del cuerpo, como las arterias, las venas y los capilares.
Los síntomas dependen de los órganos y tejidos afectados, y pueden variar de una persona a otra. Algunas formas de la enfermedad son leves y pueden mejorar por sí solas, mientras que otras afectan a aparatos y sistemas importantes y pueden requerir atención médica de por vida. El diagnóstico y tratamiento tempranos son especialmente importantes para evitar complicaciones posiblemente mortales. Es frecuente que las personas con vasculitis experimenten períodos de recaída y remisión, por lo que se recomiendan visitas periódicas al médico y controles de seguimiento. Un tratamiento adecuado y una atención médica constante pueden mejorar la calidad de vida y el pronóstico de las personas con vasculitis.
Los investigadores no comprenden del todo la causa de la vasculitis. La vasculitis se clasifica como un trastorno autoinmunitario, que se produce cuando el sistema de defensa natural del organismo ataca por error a los tejidos sanos. Los investigadores creen que el proceso inflamatorio se puede desencadenar por una combinación de factores, que incluyen infecciones, medicamentos, factores genéticos o ambientales, reacciones alérgicas u otra enfermedad. Sin embargo, a menudo se desconoce la causa exacta.
La vasculitis puede afectar a personas de todas las edades y razas, aunque algunas de sus formas pueden ser más frecuentes en determinados grupos de edad o étnicos. La vasculitis puede afectar a hombres y mujeres por igual, aunque esto no siempre es así.
Los síntomas de la vasculitis varían de una persona a otra y dependen del tipo de vasculitis y de los tejidos y órganos afectados. Los síntomas pueden incluir:
- Fatiga/debilidad
- Fiebre
- Dolor muscular y/o articular
- Falta de apetito/pérdida de peso
- Erupciones o lesiones en la piel
- Dolor y enrojecimiento ocular/visión borrosa
- Problemas crónicos nasales, sinusales o de oídos
- Dificultad para respirar
- Tos (o tos con sangre)
- Dolor abdominal
- Dolores de cabeza intensos
- Problemas nerviosos, como entumecimiento, debilidad, dolor (neuropatía)
- Orina con sangre o de color oscuro, lo que podría indicar problemas renales (Nota: La enfermedad renal puede presentarse sin síntomas; por ello, los pacientes con vasculitis deben realizarse análisis de orina periódicos).
Existen varios tipos de vasculitis, los cuales se clasifican según el tamaño y la ubicación de los vasos sanguíneos afectados. Su médico le ayudará a determinar el tipo de vasculitis que padece y el tratamiento más adecuado.
Pueden producirse complicaciones graves de la vasculitis, sobre todo si la enfermedad no se diagnostica o no se trata. Dependiendo del tipo de vasculitis y de la gravedad de la enfermedad, las complicaciones pueden incluir daño o insuficiencia orgánica, coágulos sanguíneos, aneurisma (abultamiento anormal de un vaso sanguíneo debilitado que puede reventarse), problemas cardíacos, pérdida de visión y neuropatía, entre otros. Si tiene los síntomas anteriores u otros que le preocupen, comuníqueselos a su médico lo antes posible.
El diagnóstico de la vasculitis puede suponer un desafío porque sus síntomas pueden ser similares a los causados por otras enfermedades o dolencias. Su médico obtendrá un historial médico detallado y le realizará un examen físico. Dependiendo de los síntomas y del tipo de vasculitis del que se sospeche, el médico puede solicitar pruebas de laboratorio, como análisis de orina y sangre; estudios de diagnóstico por imagen, como radiografías, tomografías computarizadas (TC), resonancias magnéticas (RM); pruebas de funcionamiento pulmonar; o una biopsia, cuando se indique. Una biopsia consiste en la extirpación quirúrgica de una pequeña muestra del órgano o tejido afectado, la cual se analiza para detectar signos de inflamación o daño tisular. Normalmente se solicita una biopsia para confirmar el diagnóstico, aunque esto no siempre es posible. Una biopsia positiva no siempre es un requisito para confirmar el diagnóstico antes de iniciar el tratamiento.
El tratamiento se basa en numerosos factores, como el tipo específico de vasculitis, los síntomas, los órganos afectados, la gravedad de la enfermedad, los resultados de laboratorio, la edad, el estado general de salud y otros. Es fundamental que colabore estrechamente con su médico para que pueda desarrollar un plan de tratamiento integral para usted.El tratamiento suele constar de dos fases: el control de la inflamación para lograr la remisión y el tratamiento de mantenimiento para evitar recaídas.
Entre los tratamientos habituales se incluyen los siguientes:
- Los corticoesteroides, como la prednisona, suelen ser la primera línea de tratamiento de la vasculitis para reducir la inflamación.
- Para las formas más graves de vasculitis, suelen prescribirse medicamentos que inhiben el sistema inmunitario, como metotrexato, azatioprina, micofenolato de mofetilo y ciclofosfamida.
- Agentes biológicos como el rituximab, el tocilizumab y el mepolizumab pueden prescribirse para tipos específicos de vasculitis. Los medicamentos biológicos son proteínas complejas derivadas de organismos vivos. Se dirigen a determinadas partes del sistema inmunitario para controlar la inflamación.
- En casos muy graves, otros tratamientos adicionales son la plasmaféresis (intercambio de plasma), la gammaglobulina intravenosa o la cirugía para restablecer el flujo sanguíneo.
Todos los medicamentos utilizados para tratar la vasculitis tienen efectos secundarios. Entre ellos, se incluyen la disminución de la capacidad del organismo para combatir infecciones, la posible pérdida de masa ósea (osteoporosis) y otros. Su médico puede recetarle medicamentos para contrarrestar estos efectos secundarios. Prevenir las infecciones también es muy importante. Hable con su médico sobre la posibilidad de vacunarse contra la gripe, la neumonía o el herpes zóster, ya que esto podría reducir el riesgo de infección.
Incluso con un tratamiento eficaz, las recaídas de la vasculitis son frecuentes. Las visitas periódicas al médico y el seguimiento continuo de las pruebas de laboratorio y los estudios de diagnóstico por imagen son importantes para detectar las recaídas de forma temprana.
El tratamiento eficaz de la vasculitis a menudo requiere esfuerzos coordinados y la atención continua de un equipo de proveedores médicos y especialistas. Además de un médico de atención primaria, los pacientes podrían necesitar consultar a un reumatólogo (articulaciones, músculos, sistema inmunitario), dermatólogo (piel), neumólogo (pulmones), gastroenterólogo (sistema digestivo), otorrinolaringólogo (oído, nariz y garganta), inmunólogo (sistema inmunitario), nefrólogo (riñones), cardiólogo (corazón), neurólogo (cerebro/sistema nervioso) u otros especialistas, según sea necesario.
Vivir con una enfermedad crónica como la vasculitis a veces puede ser todo un reto. La fatiga, el dolor, el estrés emocional y los efectos secundarios de los medicamentos pueden comprometer su sensación de bienestar y afectar las relaciones, el trabajo y otros aspectos de su vida diaria. Compartir su experiencia con familiares y amigos, ponerse en contacto con otras personas a través de un grupo de apoyo o hablar con un profesional de la salud mental puede ayudar. Vasculitis Los corticoesteroides, como la prednisona, suelen ser la primera línea de tratamiento de la vasculitis para reducir la inflamación.
En la actualidad no existe cura para la vasculitis, pero con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, muchos pacientes pueden llevar una vida plena y productiva. El pronóstico depende de varios factores, como la forma de vasculitis, los órganos afectados, la gravedad de la enfermedad, la rapidez con la que se diagnostica y trata y si existe una enfermedad subyacente, entre otros. La mayoría de las formas de vasculitis son crónicas, con períodos de recaída y remisión. Además, debido a que los medicamentos utilizados para tratar la vasculitis conllevan el riesgo de efectos secundarios, la atención médica de seguimiento es esencial. Actualmente se están realizando estudios clínicos en centros de investigación multicéntricos, como el Consorcio de Investigaciones Clínicas sobre las Vasculitis (VCRC), para comprender mejor los factores de riesgo y causas de la vasculitis, investigar tratamientos más eficaces y seguros y trabajar para encontrar una cura. La Fundación de Vasculitis (VF) anima a los pacientes a que consideren la posibilidad de participar en estudios de investigación clínica para ayudar a comprender mejor la vasculitis. También se anima a los pacientes a unirse a la Red de Investigación de Vasculitis impulsada por el Paciente (VPPRN), donde pueden aportar valiosos conocimientos e información sobre la enfermedad.
VÍDEOS EDUCATIVOS
La Fundación de Vasculitis (Vasculitis Foundation) se complace en presentar esta nueva serie de videos educativos para ampliar su conocimiento sobre vasculitis. Expertos médicos en vasculitis de distintos países conversaran sobre diferentes temas incluyendo el diagnóstico, medicamentos y tratamiento para de las vasculitis. Estos videos están dirigidos para pacientes y familiares, con la intención de informar e incrementar el conocimiento y conciencia de estas enfermedades.
Aprendiendo de Vasculitis: 1_Introducción
¿Qué es la vasculitis? – Parte 1 of 2
¿Qué es la vasculitis? – Parte 2 of 2
Formando tu equipo médico_3
Corticoides (prednisona): lo básico y avanzado _4
Medicamentos para el tratamiento de la vasculitis_5
¿Qué es la remisión? 6
Lidiando con el danio causado por la vasculitis y las complicaciones por medicamentos 7
Video 8 Paula & Ximena
Remisión y recaída en vasculitis
Nuevas Terapias en GPA y MPA
REVAS: Registro español de Vasculitis Sistémicas GEAS-SEMI
Calidad de Vida y VascStrength (VascStrong)
Calidad de vida: Panel de pacientes
Nuevas Terapias en EGPA
Manejo de la toxicidad de los esteroides
Bienvenida y presentaciones
Nuevas terapias en GCA y Takayasu Arteritis